Christoph Schäfer

11 febrero -15 marzo


         
 
REVOLUTION NON STOP
Christoph Schäfer, 2000
16 mm, 19’.

Desde mediados de los años 90 Schäfer trabaja en el proyecto ParkFiction junto a habitantes, arquitectos, sociólogos, colegas artistas y también por medio de diversas iniciativas, para llevar a cabo la construcción de un parque en el barrio de St. Pauli, en Hamburgo -el proyecto fue presentado el pasado año en la Documenta 11. Este parque público ha logrado imponerse por la vía política, paralizando un proyecto privado de alto coste para edificar en la zona. Gracias a la participación de los vecinos se ha conseguido incluir y plasmar sus ideas y deseos en relación al espacio público. ParkFiction realiza pues la utopía de un parque “democrático”.

Utopía es también el tema de Revolution Non Stop. Los dos personajes principales, Sabeth y Songül (Sabeth Buchmann, Songül Bulut), entran en el bar de un cine para tomar algo. Las peculiares botellas que maneja el encargado llevan en su etiqueta mensajes del tipo: “Miseria del presente - abundancia de lo posible”, al lado de la “marca del ron” André Gorz. Sobre las mesas alguien amontona cajetillas de tabaco con conceptos como "disciplina", "beneficio", "eficacia", para explicar las tesis de Toni Negri sobre la sociedad de control y la disciplina de fábrica.

Es en este bar donde las dos jóvenes se encuentran al Meaning Making Taxidriver (Chara Ganotis) que, seguidamente, les invita a dar una vuelta por la ciudad posmoderna.

Dentro de su Jaguar - considerado habitualmente un símbolo del estatus y la expresión de un inconformismo leve - les explica las relaciones del mundo de la mercancía mientras pasan por delante de las “ruinas del fordismo”: Los escaparates de los comercios anuncian en letreros la quiebra inminente. La presión por ofrecer la mayor ganga encuentra su exageración más absurda en una secuencia en la que se reparten zapatos gratis.

Las diversas estructuras de significado que atraviesan la ciudad se van despejando en el deambular de los tres actores por la calle comercial, el pasaje con tiendas o el tejado de los grandes almacenes. Esto nos remite al Passagenwerk, de Walter Benjamin, en donde se tematiza la mirada de la flanerie y se analiza con precisión las fantasmagorías que retornan en nuestras ciudades-imagen postmodernas, y a su proyecto de “filosofía materialista”.

Incorpora también a diferentes situaciones planteadas en la película. El limpiabotas hace claramente su trabajo de forma voluntaria, aunque realmente obedece a la presión de “tener que resultar útil”. Cuando es recriminado por su servilismo, el guarda jurado (Nic Duric) se acerca en su ayuda. Los argumentos que éste esgrime citan el borrador salido de la pluma de una fundación social y eclesiástica de la ciudad hanseática para readaptar profesionalmente a parados y colocarlos en cuerpos de seguridad.

 

 

El carácter del empleo en la época de la desaparición de las formas tradicionales del trabajo asalariado se incorpora también a diferentes situaciones planteadas en la película. El limpiabotas hace claramente su trabajo de forma voluntaria, aunque realmente obedece a la presión de “tener que resultar útil”. Cuando es recriminado por su servilismo, el guarda jurado (Nic Duric) se acerca en su ayuda. Los argumentos que éste esgrime citan el borrador salido de la pluma de una fundación social y eclesiástica de la ciudad hanseática para readaptar profesionalmente a parados y colocarlos en cuerpos de seguridad.

Ambas obras, Revolution Non Stop y ParkFiction, tratan el ideal político de una sociedad más justa, aunque traducen de distinta manera ese ideal a la realidad: Mientras el parque ideal se autentifica con su paulatina realización, los distintos elementos de la ciudad real -arquitectura, moda, automóvil, movimiento, publicidad- se hacen texto en la película, se convierten en proposiciones que “escapan al material mismo”.

Christoph Schäfer ha insertado su película en un contexto determinado; Revolution Non Stop empieza y acaba en el cine Metropolis de Hamburgo. Al coincidir el lugar de rodaje con la sala de proyección, al poder el espectador beber algo en el bar "distanciado” de la película o encontrarse el jaguar del Meaning Making Taxidriver en la Mönckebergstraße, la línea divisoria entre ficción y realidad se vuelve más difusa. Todos los participantes son colegas del artista en las “semipredominantes” redes locales de cine, música, política o arte de Hamburgo y Berlín. Schäfer tiende a entrelazar pues ficción y realidad, fenómeno que Benjamin ya había observado en su tiempo con la desaparición de los pasajes comerciales y que hoy, en la época de las grandes superficies, de Gran Hermano y de la especulación virtual de internet, nos determina a todos.

La obra Revolution Non Stop se terminó para la exposición Aussendienst (“Servicio Exterior”), Hamburgo (2000/2001), que abordaba de forma general la cuestión del arte en el espacio público, y específicamente los aspectos intervencionistas de las estrategias del arte contemporáneo.

 


Arriba: Inauguración
Medio: Botellas personalizadas
Debajo: Detalle etiqueta

       
  Debajo: Cartel de la película
         
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