Fernando Martín Godoy

9 mayo -30 mayo

 


         
 

 

  Las pinturas de Fernando Martín Godoy muestran paisajes urbanos con un fuerte contraste entre claros y oscuros. Superficies en tonos marrones y negros aparecen junto a un beige resplandeciente que con ligeros matices entre los mismo tonos provocan un cuidadoso efecto de profundidad. Sus trabajos recuerdan al verano en las ciudades españolas. En el calor del mediodía el espacio urbano es difícil de percibir, partiéndose las superficies de forma abrupta entre las zonas claras y las zonas oscuras, descendiendo verticalmente la potente luz sobre los acantilados de edificios sombríos.

La base de sus pinturas son fotografías que ha tomado en ciudades como San Sebastián, Zaragoza o Madrid. Aparecen como instantáneas casuales que en conjunto reflejan un denominador común: no son áreas urbanas representativas aunque remiten a zonas industriales y apartadas de los centros urbanos más característicos. La dramática que falta en las fotos y en los escenarios reales se hace patente con insistencia en los cuadros.

Confrontar las pinturas con las fotos, de entre las cuales Martín Godoy ha elegido para esta exposición aproximadamente cuarenta, nos permite comprender mejor esta traducción.

Sus motivos insignificantes se encuentran idealizados por medio de una fría luz dramática. Los contornos rotundos dejan adivinar la planificación de los edificios, sus soluciones constructivas y las preferencias arquitectónicas.

Todo aparece normalizado, cortado por un mismo patrón que tiene su origen en la modernidad. Lo que vemos no es la arquitectura moderna de un Haussmann, con la apertura en el siglo XIX de la estructura urbana de París por medio de bulevares y grandes avenidas. Lo que nos encontramos son edificios funcionales realizados durante los últimos 50 años en España; áreas industriales, viviendas sociales y proyectos urbanísticos sin características propias, en serie e infinitamente reproducibles.

 

         
         
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