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Una noche en blanco,
y 345 noches a oscuras.

Eventos culturales como el de la Noche en Blanco le hacen a una echar una mirada melancólica hacia su estantería de textos situacionistas y reconocer que Guy Debord tenía mucha más razón de la que le otorgábamos. Al parecer, en los tiempos que corren, ninguna actividad socio-cultural o política que se sustraiga al patrón del gran espectáculo público puede tener visibilidad - y, por tanto, reconocimiento - cara al público más amplio. Así, tenemos eventos deportivos-espectáculo, bienales, ferias y exposiciones de arte contemporáneo-espectáculo, elecciones-espectáculo, centros comerciales-espectáculo, hipotecas-espectáculo, ciudades-espectáculo, secuestros-espectáculo, violencia doméstica-espectáculo, guerras-espectáculo, terrorismo-espectáculo, cultura-espectáculo... En definitiva, la sociedad-espectáculo que ya vio Guy Debord, sólo que a ampliada a escala global.

Por otra parte, y muy al contrario de lo que se les ha venido suponiendo a las iniciativas culturales independientes surgidas en Madrid a caballo entre el pasado siglo y la primera década de éste, como es el caso de Liquidación Total, la relativa marginalidad y falta de repercusión pública del proyecto no es una posición buscada ni deseada, sino una condición impuesta por la propia falta de visibilidad y apoyo, no tanto del gran público de la ciudad de Madrid que llenará las calles y los espacios culturales el próximo sábado 22, sino de las propias instituciones de la ciudad. Lejos de buscar un status bohemio o una actitud underground, la labor comisarial de Liquidación Total siempre se ha caracterizado por una clara consciencia de la necesidad de tener presencia en el campo mediático y de presentar su propuesta al más amplio público posible. De enfatizar el hecho de que la práctica artística contemporánea es inseparable del contexto social en el que tiene lugar, y que su función social consiste en inscribirse, críticamente, en los procesos que determinan dicho contexto. Desde esta perspectiva, ocasiones como la Noche en Blanco resultan esenciales a la hora de dar visibilidad a nuestro proyecto, e intentar vincular y hacer partícipe en él al más amplio público posible. De hacer constar, en definitiva, la presencia de este proyecto en el tejido cultural de la ciudad - una presencia que abarca, también, los 345 días restantes del año, aunque algo más lejos de brillo cegador de los grandes eventos culturales.

Dicha inscripción en el tejido cultural de una metrópoli contemporánea como Madrid sólo se puede entender desde una re-lectura del ya vetusto postulado de "Piensa a nivel global, actúa a nivel local". En un mundo y unos mercados (también culturales) cada vez más globalizados, ninguna faceta de la producción cultural puede seguir pretendiendo ocurrir de forma aislada. Más allá de la labor de difusión de propuestas internacionales y la comunicación a nivel internacional, nos encontramos cada vez más cerca de un campo de producción cultural en red, una compleja maraña de procesos en los que todos los elementos se determinan mútuamente, y afectan al proceso global.

Desde esta perspectiva, la programación que presenta Liquidación Total durante el mes de septiembre ha optado por presentar en Madrid el proyecto de la red internacional KRAX1, un conjunto distribuido de agentes sociales que buscan formas de trazar un mapa global de herramientas de resistencia y reapropiación de los espacios urbanos. Un colectivo difuso cuyo proyecto consiste ya no tanto en insertarse entre las grietas (cracks) locales de los salvajes procesos de transformación urbana, como hacer visible la relevancia de lo local a nivel global, la importancia de mantener un procomún de tácticas, conocimientos y "modos de hacer" a nivel global. En este sentido, la propuesta no se articula como una exposición al uso, sino como un espacio relacional en el que una serie de colectivos locales (El Patio Maravillas, "Parque sí" del barrio de Chamberí o "Left Hand Rotation" de Malasaña, etc.) pueden entrar a formar parte del permanente diálogo e intercambio de experiencias e ideas que representa el proyecto KRAX a nivel internacional.

Durante la Noche en Blanco, en el local de Liquidación Total tendrá lugar el taller de Enrédate, dirigido por Anita Serrano. "Enrédate" es una propuesta relacional para la ocupación y reapropiación del espacio público, y, al mismo tiempo, una forma poética de articular el diálogo y la formulación de voluntad política de los ciudadanos desde la actividad lúdica. Partiendo del conocido juego de "Enredos", la artista busca activar un espacio relacional que permita a los participantes señalar e identificar los lugares de conflicto social, así como las posibles soluciones. Una propuesta lúdica, sí, pero dirigida por una voluntad de articular una experiencia pegada al duro terreno social del barrio de Malasaña.

Una forma de "enredarse" en lo local, en las "grietas" de la vida cultural de la ciudad que, en definitiva, es lo que nos gustaría ver en las instituciones - Ayuntamiento, y especialementeen especial la Comunidad de Madrid- que, no nos olvidemos, deberían representar la voluntad política de la todos los ciudadanos de Madrid. Y es nuestro deseo que nuestra participación en la Noche en Blanco de Madrid sirva como testigo de que esta implicación institucional no se puede reducir a un día del año, a un gran evento espectacular que ni siquiera sirva para tapar las graves carencias de dotaciones y apoyo que sufren las iniciativas culturales de la ciudad, y que, como la vida cotidiana de la cada vez más enajenada ciudadanía madrileña, debería ser un permanente proceso de compromiso, implicación, conflicto, diálogo, y (re)negociación constante.

LT

 

     

 

 

One White Night,
345 Nights in the Dark.

 

Cultural events like Madrid's White Night make one glance at one's shelves of Situationist texts and concede that Guy Debord was right in more ways than we used to recognise. Nowadays, it seems that no socio-cultural or political activity which dares depart form the pattern of public spectacle can gain any visibility - and, therefore public recognition - on behalf of the general audience. So, nowadays, we have spectacular sports events, spectacular contemporary art biennials, fiars and exhibitions, spectacular shopping centres, spectacular elections, spectacular mortgages, spectacular cities, spectacular kidnappings, spectacular domestic violence, spectacular wars, spectacular terrorism, a spectacular culture... In a nutshell the society of the spectacle that Guy Debord foresaw, only expanded on a global scale.

On the other hand, and unlike the received wisdom regarding the cultural initiatives born in the Madrid of the last decade of the past century and the first decade of the present one, as is the case with Liquidación Total , our relative marginality and lack of public impact is not a welcome or desired state of affairs, but, rather, a condition imposed, not so much due to the lack of visibility and support, not so much on behalf of the general public which will fill Madrid's streets and art venues next Saturday, but on behalf of the city's own institutions. It is far removed from our intentions to strive for a bohemian or underground status. Quite on the contrary, Liquidación Total 's curatorial practise has always distinguished itself by a clear awareness of the need to have a public presence in the media realm, and to present our project to the widest possible audience. Of emphasising the fact that contemporary art practise is inseparable from the social context where it occurs, and that its social function consists in a critical inscription in the processes which determine that very context. From this point of view, occasions such as the White Night are essential for the visibility of our project, and allow us to try and implicate the widest possible audience in it. In a nutshell, it allows us to evidence our presence in the city's cultural fabric - a presence which doesn't peter out during the remaining 345 days, even if it remains far removed from the spectacular cultural events' spotlight.

The only way to properly understand this process of inscription in the city's cultural fabric is through a re-reading of the already ancient slogan of "Think globally, act locally". In an increasingly globalised world and (also cultural) markets, no aspect of cultural production can pretend to take place in isolation. Beyond the presentation of international projects, and communication on an international level, we are getting increasingly closer to the scenario of a networked cultural production - a complex web of processes in which each process determines the rest, and they all affect the sum total.

From this standpoint, Liquidación Total 's programme for September has chosen ot present in Madrid the project of the KRAX international network: a distributed conglomeration of social agents who search for means to trace a global maps of tools for resistance and re-appropiation of urban spaces. A fuzzy collective whose projects consists not so much in inserting itself into the cracks of the savage processes of urban transformation, as of making visible the relevance of the local on a global scale, the importance of maintaining a global commons of tactics, knowledge, and ways of "making do". In this sense, the project is not articulated as a traditional exhibition, but, rather, as a relational space in which a series of local collectives ( squat centre El Patio Maravillas, "Parque sí" from the Chamberí quarter, "Left Hand Rotation" from the Malasaña quarter....) can become part of the ongoing dialogue and exchange of experiences and ideas embodied internationally by the KRAX project.

During the White Night, a "Twister" workshop ran by Anita Serrano will take place on our premises. "Twist Yourself" is a relational project for the occupation and re-appropriation of public spaces. At the same time, it is a poetic and playful way of formulating a dialogue and a formulation of the political will of the citizens. Based on the popular game of "Twister", the artist is searching for means to activate a relational space in which the places of social conflict can be pointed out, and in which possible solutions can be articulated. It is, indeed, a ludic proposal, but one which is driven by the need to articulated an experience closely linked to the hard social terrain of the Malasaña quarter.

This way of getting "entangled" into the local, into the "cracks" in the city's cultural life, is what we would like to see in the local institutions - the City Hall, the Regional Government - which, lest we forget, should represent the political will of Madrid's citizenry. And it is our desire that our participation in Madrid's White Night can be a proof that such an institutional implication cannot be reduced to one night of celebration, to a spectacular event which is unable to even cover up the serious lacks in infrastructure and support facing the city's cultural initiatives - and that, like the everyday existence of the increasingly alienated population of Madrid, should be an ongoing process of commitment, implication, conflict, dialogue, and constant (re)negotiation.

LT