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Buscar un nombre para lo que hace Xabier Salaberria supone recapacitar sobre el estatus de su creación ¿objetos? ¿propuestas? ¿intervenciones? ¿mobiliario? lo cierto es que estos aspectos están presentes en muchos de sus trabajos. Si alguien definió la escultura como aquello con lo que te tropiezas cuando intentas alejarte del cuadro para apreciarlo con la perspectiva adecuada, existen en la actualidad diversos artistas que nos hacen reflexionar en profundidad sobre los espacios expositivos y sus modos de presentación-mediación y esta especulación poco tiene que ver con la museología sino con la ideología y las relaciones entre los diversos agentes que tiene lugar en espacios aparentemente neutros.
A veces, cuando hablamos de la obra de Salaberria, no vemos nada, pero puede que la pérdida del sentido visual nos ayude a acercarnos a otras cualidades como la posibilidad de establecer un diálogo. Diálogo que él practica como creador trabajando con otros artistas (son frecuentes las propuestas que ha llevado a cabo con Gorka Eizagirre aunque también lo ha hecho con Luca Frei o Leire Vergara) y diálogo que se puede dar entre los “espectadores” que toman un café en las sillas y mesas que diseñaron para la cafetería del Kunstverein de Frankfurt. Sus proyectos abarcan desde la creación de espacios de ocio y esparcimiento hasta pabellones y estructuras modulares. Con el diseño de mobiliario y otros elementos más o menos móviles plantea una
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reflexión y un soporte para mensajes que van más allá de lo artístico. Por ejemplo en la exposición “La insurrección invisible de un millón de mentes” celebrada en la sala Rekalde en Junio del 2005 presentó una gran pieza-mueble-archivo que ocupó el centro de la exposición. Inspirada en la cultura de las barricadas, la obra no se convertía en un espacio para la resistencia sino en el soporte y eje de toda la exposición a través de la amalgama de información y materiales que aglutinaba.
Para Salaberria el significado de sus piezas se articula en relación a los espacios concretos expositivos o urbanos, para los cuales crea sus proyectos como en el caso del que presentará en Liquidación Total.
Volviendo entonces a la búsqueda de una definición tratamos con elementos que podrían situarnos a medio camino entre la escultura, la arquitectura y el diseño en los que la estética y la posibilidad de hacer uso del “objeto” también se ligan.
En su trayectoria destaca la residencia en el Rooseum, Center for Contemporary Art de Malmö (Suecia), en Arteleku y exposiciones como la de la Sala Rekalde, el premio Gure Artea 2002, o su último proyecto para el Kunstverein de Frankfurt. |