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Hola Eva,
decía, en el primer correo, que la mejor manera de conocer a alguien o mejor dicho, de lograr activar algún tipo de diálogo, es avanzar directamente sobre el trabajo. Es decir, profundizar no auscultar. Marcar una especie de escenario mutante no con la flecha del sentido sino más allá de él. Algo así como dar con esa serie de movimientos precisos que nos permiten experimentar la música bailando y seguir en la pista durante toda la sesión. De allí que para que este tipo de encuentros se activen, resulte necesario privilegiar un estado perceptivo sostenido a base de sorpresa e intuición. Avanzar sobre las formas -a pesar de ellas- seguro te gustaría leer. Entonces ¿moverse en círculos? Tal vez porque como apunta Diedrich Diederichsen, seguimos progresando: “Sí… dentro del loop se avanza”.
Recuerdo una vez en la que tardé en reconocerte porque eras directamente una escultura: una absoluta imagen-movimiento en la que tu rigidez cautivaba.
Al igual que tus escenas escultóricas donde -no necesariamente se lleva adelante una narrativa, pero en la que sí ocurren cosas- este avanzar toma como modelo el del reconocimiento y pienso velozmente en el título de tu exposición: “Poesía Concreta”. Recordando que fueron los poetas concretos los que se propusieron subrayar la oscilación de la palabra, indagando sobre lo alejadas que estas podían estar de la intencionalidad de su autor. Pero cada oscilación difiere en función de sus sentidos semánticos, ópticos o auditivos. Para los concretos una sola palabra y su dispersión formal puede ser una trama potencial capaz de mostrar la materialidad del lenguaje. Pero aquí tampoco se trata sólo de un título continente, algo de “ese campo magnético de posibilidades” (Augusto de Campos) regresa ahora con tus esculturas/maquetas. Unos objetos con indicios de situaciones lúdicas, cuya materialidad colorista lanza la pregunta sobre el uso que podemos encontrar en ellos. Pero estas situaciones, ideadas primero como maquetas, han avanzado hasta transformarse en una inmediata arquitectura. Ahora a las posibilidades de juego se le ha sumado el espacio donde han sido depositadas. Desplazarnos por este espacio/objeto nos deja seguir apostando por otro juego de engranajes. Y esta pista óptica, auditiva...por eso ¿qué música has estado escuchando? mi abrazo
Mariano Mayer
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