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DOCUMENTALISMO ANALÍTICO
Susan Sontag afirma que hay dos categorías de fotógrafos documentalistas: los científicos, al estilo de August Sander, o los moralistas, como Lewis Hine.
Quizá exista una tercera vía, aquella que hace frontera entre el fotorreportaje y la fotografía de autor, en la que el fotógrafo interviene desde el documentalismo analítico, apelando al espectador para que descubra las cargas éticas y políticas que contienen las imágenes. Este proyecto, iniciado en el año 2002, sobre procesos electorales en España, Alemania y Francia, se encuadra en esta categoría.
Las fotografías de esta exposición podrían formar parte de un reportaje de prensa para narrar una campaña electoral. Pero esta fotografía de prensa descontextualizada permite un uso distinto de las imágenes para el espectador. Y como también nos recuerda Sontag, las fotografías cambian de acuerdo con el contexto social donde se las ve. Cada situación en que se muestren, una galería, una revista, un archivo policial, sugiere un uso diferente que es el que aporta su significado en cada caso.
Una de las reflexiones que suscitan las imágenes de Bruno Arbesú/NomanZland es si la construcción actual de una escenografía ideológica, diferencia o iguala a los distintos partidos políticos. Parece muchas veces que tan sólo es una cuestión cromática: los rojos y los azules, matizados por el naranja y el blanco, lo que diferencia los distintos escenarios.
Hoffman, el fotógrafo personal de Hitler, tomó más de dos millones de imágenes del líder a lo largo de todas sus actuaciones, que eran analizadas minuciosamente para destilar las poses más eficaces y luego esas poses aprendidas fotográficamente, eran ensayadas delante de un espejo. La fascinación que Hitler ejerce sobre las masas fue construida a base de fotografías.
La Alemania nazi, la Italia de Mussolini y la Unión Soviética de Stalin, emplearon los símbolos plásticos a su alcance para controlar el libre albedrío de las masas en sus mítines políticos, construidos al modo de una ópera wagneriana, donde todos los detalles iban dirigidos hacia la metamorfosis del líder en héroe mitológico.
Los mítines políticos actuales han heredado y han ido perfeccionando la importancia de la modulación de la voz, del lenguaje no verbal, la creación de escenografias, la presencia de banderas, la utilización de la música y la luz, de todo lo ensayado antes de la Segunda Guerra Mundial.
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Las imágenes de los líderes políticos vistos a través de grandes pantallas, agigantan sus rostros, sobrevuelan sobre el escenario como una presencia sobrehumana, fantasmal, superior. Etéreos colosos, semidioses, que tienen más de dioses que de humanos, habitantes de un distante Olimpo. Una puesta en escena subordinada al espectáculo mediático, donde se van imponiendo los modelos de las campañas electorales estadounidenses.
Al igual que hace Andreas Gursky en su serie fotográfica sobre los centros de poder económico, ya sea Chicago, New York o Singapur, la armonía de la escena desde la distancia depende de la acumulación de detalles: un globo azul, una bandera roja, una mujer de blanco que desciende por una escalera,… que a su vez funcionan como notas cromáticas aislando a los individuos dentro de la masa, más uniforme de color, más opaca, más oscura. Las imágenes de conjunto de las escenografías funcionan porque los espacios están llenos de pequeños detalles. Y el espacio vacío funciona cuando irrumpe la masa, que lo llena todo excepto el espacio reservado para el líder, diferenciado en un vacío magnético bañado de luz, siendo sus imágenes a través de las pantallas las que se aproximan a la masa.
Es interesante el juego que nos presenta el autor cuando las fotografías descienden del escenario y retratan a los asistentes al mitin político. Cuando acerca al sujeto, desaparece la sensación magnética de entrega y entusiasmo, sustituida por aburrimiento, distancia, estupor, impasibilidad. La masa que arrastra, que atrapa, es neutralizada al convertirse en individuo. Bruno Arbesú / NomanZland podría interpelar a su espectador como hace Elías Canetti, al desmenuzar estas relaciones entre el individuo y la masa en su ensayo Masa y Poder: “¿Son los hombres culpables de sus experiencias de masa?, ¿No caen en ellas sin ningún tipo de protección?; ¿Cómo hay que estar hecho para defenderse de ellas?”
Abril 2007.
Carmen Dalmau. Raul Domingo
NomanZland es un colectivo de fotógrafos y videastas documentalistas, colaboradores habituales de la prensa. El trabajo y la reflexion en común acerca de la imagen, son un método para pensar en nuevos modos de representar la realidad y resistir frente a la uniformización y la destrucción de la información crítica.
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